Los huevos de producción ecológica (certificados por un consejo regulador) o los que pone una gallina campera (que puede alimentarse al aire libre) no son iguales, ni en precio ni en calidad, que los de las aves criadas en el suelo de un gallinero cerrado o las que nunca salen de una jaula.

En la Unión Europea estos cuatro tipos de huevos se etiquetan con un código que comienza, respectivamente, con las cifras 0, 1, 2 o 3, seguido de la identificación del país, que en el caso de España, por ejemplo, es la abreviatura ‘ES’.

Para evitar los fraudes y confirmar que el tipo de huevo que compra el consumidor realmente se corresponde con lo que pone en su etiqueta, un equipo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha desarrollado el primer método que diferencia los cuatro tipos de huevos a la vez.

La técnica consiste en extraer los lípidos de la yema y analizarlos mediante espectroscopía UV-VIS-NIR, es decir, determinando su espectro de absorción en longitudes de onda ultravioletas (UV), visibles (VIS) y en el infrarrojo cercano (NIR). Los detalles del procedimiento se han publicado en la revista Food Chemistry.

“Hasta ahora los métodos propuestos solo permitían una diferenciación parcial: por ejemplo discriminar entre huevos ecológicos y convencionales, o entre los de tipo 1, 2 y 3, pero no todos al mismo tiempo”, destaca uno de los autores, Manuel Vázquez, profesor de la USC en el campus de Lugo, quien subraya: “Nuestro método es el primero que permite una diferenciación completa y con un 100 % de exactitud”, presume.

La alimentación y actividad de la gallina afecta a la yema

Los autores trabajaron con la hipótesis de que la alimentación y el movimiento de las gallinas afectan a la composición de la yema, así que extrajeron sus lípidos y determinaron el espectro UV-VIS-NIR. Con esta información obtuvieron los modelos quimiométricos que permitieron distinguir claramente los cuatro tipos de huevos.

En cuanto a la detección de posibles engaños al consumidor, “de momento no hemos ‘fiscalizado’ la industria”, reconoce Vázquez, que concluye: “Realmente no era nuestro objetivo inspeccionar. Eso, en todo caso, le tocará a la administración. Nosotros hemos puesto a punto esta nueva herramienta, y ahora otros deberán decidir si la quieren usar o no para detectar posibles fraudes”.