Un pueblo de Filipinas ha iniciado un proyecto para intentar reducir los problemas que genera el exceso de plástico mediante el intercambio de arroz por residuos plásticos para ser reciclados o eliminados por el Gobierno.

Los habitantes de Bayanan, a las afueras de Manila, pueden recibir un kilo de arroz a cambio de dos kilos de residuos plásticos. El país es uno de los que más contamina el océano con residuos plásticos, según algunos estudios, con leyes acerca del tratamiento de residuos que no son respetadas y sin regulación acerca de la producción de envases.

"Es una gran ayuda para nosotros tener un kilo de arroz al día", ha dicho Verónica Dolorico, una participante del programa, a la agencia Reuters. "Nuestro entorno está muy sucio y si pudiese, recogería todo el plástico junto a la carretera cada vez que salgo", ha añadido.

Un kilo de arroz cuesta habitualmente entre 30 y 40 pesos (entre 0,55 y 0,7 euros), un precio que, en una economía que crece rápidamente pero en la que la pobreza rural y urbana son muy altas, es elevado para un producto que es el principal alimento en Filipinas.

Una quinta parte de la población, es decir 107 millones de personas, viven por debajo de la línea de la pobreza, consumiendo al mes menos de 218 euros por persona. En Bayanan se han recogido 213 kilos de residuos plásticos durante el mes de agosto, según ha contado el alcalde de la localidad, Andor San Pedro, que ha añadido que el método está enseñando a los residentes a deshacerse adecuadamente de los distintos residuos.