España agotará este sábado 26 de mayo su reserva de pescado, por lo que a partir de esta fecha comenzará a depender del pescado procedente de aguas extranjeras.

A pesar de que España dispone de miles de kilómetros de costa y una de las mayores flotas, sólo es autosuficiente de productos pesqueros procedentes de la UE un 40% del tiempo; el resto del año se alimenta de peces procedentes de mares o países lejanos, según datos de la New Economics Foundation (NEF), organización británica que evalúa anualmente la autosuficiencia de pescado de la UE.

Así, España, que consume unos 46,2 kilos de pescado por cápita al año –situándose en segunda posición del ranking europeo de mayor consumo justo después de Portugal (55,3 kilos)–, comenzará a depender del pescado exterior de la UE a partir de este 26 de mayo.

Tal y como destaca la ecóloga marina Lydia Chaparro, de la Fundació ENT, a lo largo de los años, la UE, y muy particularmente España, ha podido mantener su elevado nivel de consumo debido al abastecimiento de productos del mar de otras regiones del planeta, ya sea a través de las importaciones o de las capturas realizadas por la flota europea de aguas distantes.

Si este año, España empezará a depender del pescado extranjero este sábado, en 2017 las reservas comunitarias para España se agotaron el 9 de mayo, mientras que en 2016 esta fecha fue muy similar, el 10 de mayo. Así pues, este año se observa una pequeña mejora en relación a la autosuficiencia del pescado comunitario con respecto a años anteriores.

"Esta es una buena noticia que podría deberse a la recuperación de algunas poblaciones de peces en el Atlántico nororiental. Sin embargo, todavía queda un largo camino para alcanzar la pesca sostenible tal y como exige la Política Pesquera Común (PPC), puesto que numerosas poblaciones continúan sujetas a una fuerte presión pesquera", valora Chaparro.

La UE depende más del pescado exterior

Con respecto a la UE en su conjunto, el Día de Dependencia de Pescado este 2018 ha pasado a ser el 9 de julio, lo que indica que casi la mitad del pescado que se consume en la UE depende de aguas no comunitarias. El año pasado, se acabó el autoabastecimiento el 22 de julio y en 2016 el 7 de julio. Por lo tanto, la UE en su conjunto también mantiene un alto grado de dependencia de productos pesqueros no pertenecientes a la UE.

Según pone de manifiesto Chaparro, el modelo bio-económico utilizado por NEF indica que en el Atlántico nororiental, recuperar las poblaciones de peces a niveles sostenibles (en línea con los requisitos de la PPC), aumentaría los niveles de autosuficiencia de la UE en casi tres meses (85 días), moviendo su día de dependencia del 9 de julio al 2 de octubre.

Por otro lado, Chaparro indica que, debido a la falta de datos, este estudio no incluye los beneficios derivados de la recuperación de las poblaciones en el Mediterráneo y el Mar Negro, pero como estas poblaciones están mayoritariamente sobreexplotadas, el informe indica que los beneficios de su recuperación serían potencialmente aún mayores.

En este sentido, la ecóloga considera que una de las maneras para alcanzar el objetivo de sostenibilidad pesquera en aguas europeas para 2020 es mediante "el establecimiento de límites de captura en línea con las recomendaciones científicas".

La investigadora añade que el modelo bio-económico de NEF también demuestra que restaurar las poblaciones de peces a niveles saludables ofrecerá una mayor autosuficiencia de pescado y cuantiosos beneficios sociales, económicos y ambientales a largo plazo.

"España es el país de la UE que recibe más ayudas del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, y el propio Comisario de Pesca de la Unión Europea, Karmenu Vella, ha declarado recientemente que 'poner fin a la sobrepesca tiene sentido ambiental, social e incluso económico'", apunta Chaparro.