Este año van de momento siete caballos muertos. La cifra definitiva, esperemos que ya no más alta, se conocerá el viernes, cuando todas las hermandades hayan regresado a sus lugares de orígen. Pero el terrible impacto ambiental de la Romería del Rocío, a la que el llamado Salto de la Reja puso punto álgido la madrugada del lunes, no se quedó aquí. Las autoridades andaluzas previeron que en la edición de este año de la festividad católica, que comenzó el jueves de la semana pasada, los participantes en la procesión sembrarían con 1.200 toneladas de basura los terrenos del Parque Nacional de Doñana, uno de los ecosistemas más diversos y valiosos de Europa, que atraviesan con sus carruajes y monturas camino de la aldea que acoge el santuario al que peregrinan.

La cifra de la muerte de los siete equinos fue confirmada oficialmente el lunes por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Andalucía. Con ella se mantendrá una triste media que ha llevado a que, según datos del partido animalista PACMA, más de 200 animales hayan perdido la vida desde 2007 y hasta 2018 en una romería en la que participan unos 2.000 ejemplares cada año, entre caballos, asnos y bueyes que tiran de los carruajes de los romeros para realizar trayectos de alrededor de 60 kilómetros bajo temperaturas que han llegado a rozar los 40 grados.

Los equinos arrastran pesados carros durante 60 kilómetros a cerca de 40 grados

Para intentar reducir estos trágicos números, el Refugio del Burrito, una entidad que acoge a equinos abandonados o maltratados, distribuyó entre los participantes un decálogo de buenas prácticas que incluía instrucciones tan obvias como el deber de dar atención veterinaria al animal si el mismo cae enfermo o herido, proporcionarle sombra en los descansos, darle la comida y agua necesarias, cuidar y proteger al animal ante agresiones y situaciones de peligro, no hacerlo trabajar más horas de las que su cuerpo pueda aguantar, asegurarse de que la carga de la que tira no supera su peso total, utilizar aperos y arneses en buen estado y adecuados a la talla del caballo, y retirarlos durante los periodos de descanso. El artículo 337 del Códigop Penal establece penas incluso de cárcel para esta clase de malos tratos, y multas que pueden alcanzar los 600.000 euros.

También el Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla repartió 20.000 dípticos con recomendaciones sobre bienestar animal durante la romería, dentro del nuevo Plan de concienciación sobre Protección y Bienestar Animal en Ferias y Romerías. “Como profesionales veterinarios es nuestro deber liderar y establecer unas pautas a tener en cuenta en cuanto a la alimentación e hidratación del animal, el descanso, el herraje, la higiene de los cascos y otros cuidados básicos de salud”, señala la entidad.

Agotamiento mortal

"Los caballos son seres muy poderosos pero necesitan muchos cuidados. Pueden sufrir cólicos letales a causa de grandes esfuerzos puntuales o continuados. La falta de agua y las altas temperaturas provocan en ellos una muerte de forma angustiosa. Largas caminatas sin descanso los agotan hasta la muerte", explica el veterinario Alfonso Senovilla.

En la romería de este año participaron 124 hermandades, con un número de asistentes quizás algo mayor al de otros años, cuando la media es de unas 40.000 personas, por conmemorarse el centenario de la coronación de la vírgen y su traslado a Almonte, lo que unido al buen tiempo imperante favoreció la presencia de público. Los caballos sufren durante el trayecto hasta la aldea desde las diferentes localidades de partida de las hermandades, pero también durante las enormes concentraciones humanas que que se forman en la pequeña aldea de calles de tierra donde todas acaban confluyendo.

También hubo varios incendios de pastos, y 71 denuncias de medio ambiente

Esta afluencia masiva de público se tradujo igualmente en una mayor generación de residuos. Para mitigar el devastador impacto contaminante que dejan los rocieros año tras año en Doñana, el Ayuntamiento de Almonte dispuso este año de 400 contenedores de carga trasera y 70 contenedores industriales que se vaciaron ininterrumpidamente las 24 horas del día, desde el jueves 6 hasta el lunes 10 de junio, por más de 100 empleados públicos y de empresas privadas contratadas para estos días.

Emergencias de Andalucía (el número 112) atendió 483 incidentes desde el pasado lunes 3 de junio, cuando se activó el denominado Plan Romero, un 8,78% más que el año pasado. La mayoría fueron por asistencias sanitarias (250) e incidencias de tráfico (59), incidentes con animales (43), anomalías en servicios básicos (26), seguridad ciudadana e incendios (ambas con 23), y las restantes se repartieron entre accidentes, consumo de alcohol o drogas o aglomeraciones peligrosas.

Entre otros efectos del paso de la romería se declararon varios incendios de pasto en caminos de Sevilla, en La Puebla del Río y Villamanrique de la Condesa, y en Huelva, en Almonte, junto a la A-483. En la misma aldea de El Rocío se registró el incendio de un cuadro eléctrico en la Plaza Mayor y hubo que atender la caída de una mujer de un caballo, así como al de dos menores que también se precipitaron desde lo alto de un equino, y otra mujer tuvo que ser auxiliada al arder su traje de gitana frente a la ermita. A los servicios veterinarios se les avisó de un caballo muerto en una cuadra de la calle Águila Imperial.

La unidad de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía informó de 71 denuncias de medio ambiente, 34 infracciones a las normas de tránsito, cuatro de protección al menor y once inspecciones de protección al consumidor. También levantó diez actas por acampadas no permitidas y estacionamiento en zona forestal, y notificó 19 intervenciones por auxilio, 93 personas identificadas, 17 actuaciones de protección animal y el control de más de 200 vehículos.

Por su parte, el Consorcio de Bomberos de Huelva intervino en once ocasiones por incendios y otras siete entre rescates, salvamentos y conatos de incendios agrícolas, entre otras incidencias. El Rocío mantiene un año más sus tristes cifras de desgracias.

Rocieros rodeados de desperdicios en pleno parque de Doñana / Foto: Ecologistas en Acción