Hoy viernes serán muchos más, y tomarán las calles. La huelga en favor de la protección del planeta y contra el cambio climático que secundan desde hace varios meses decenas de miles de estudiantes de secundaria de todo el mundo el quinto día de la semana lectiva se hace global en esta jornada, cuando la movilización global convocada será seguida por cientos de miles de jóvenes en 2.052 localidades de 123 países (cifras de la organización de las 10:30 de esta mañana, hora española). 

La protesta la inició la joven sueca Greta Thunberg, de tan solo 16 años, que desde el pasado agosto se planta cada viernes ante el Parlamento en Estocolmo para reclamar medidas más decididas contra el calentamiento global. Poco a poco se ha convertido en una influyente activista que ha llegado a ser escuchada en la última Cumbre del Clima de Katowice (Polonia), el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) o el Comité Económico y Social Europeo en Bruselas (Bélgica), aunque vetada estos días por los grupos de derecha en el Parlamento Europeo.

Los grupos de derecha del Parlamento Europeo vetan a la activista ambiental de 16 años

Thunberg no se cortó un pelo a la hora de afear a los políticos su falta de interés y de compromiso. “Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos”, les espetó en la cumbre climática a quienes cree que pueden convertirse en “los mayores villanos de la historia”.

Su mensaje y su ejemplo fueron calando entre estudiantes de decenas de naciones, principalmente Suecia, Francia, Países Bajos, Australia o los Estados Unidos. A finales de enero, más de 150.000 estudiantes hacían 'novillos' y se manifestaban por Bruselas y las otras principales ciudades belgas y francesas. Hoy, el movimiento Fridays for future (FfF, Viernes para el futuro) alcanzará su momento de mayor expansión, con acciones convocadas en los cinco continentes.

En nuestro país, donde el primer grupo en unirse a FfF lo hizo en enero en Girona, cerca de 80 localidades se han sumado a la movilización, coordinadas por la plataforma Juventud x el clima cuyo manifiesto constata que “nos encontramos en un momento clave de nuestra historia. Hemos de escoger entre políticas que no respetan los derechos fundamentales de las personas y que agreden nuestro entorno o bien elegir dar un paso al frente y exigir medidas que mejoren la calidad de vida de la ciudadanía, que respeten nuestro medio ambiente y que no pongan en peligro nuestro futuro”.

“Nos jugamos mucho, nos jugamos nuestro futuro. Si los políticos no hacen nada, haremos que nos oigan. La situación es extrema: la crisis ecológica se ha agudizado en los últimos años, y ya no hay rincón del planeta que sea ajeno a esta urgencia. El coste de la pasividad es enorme. Hacen falta cambios profundos en un modelo económico cuya principal víctima somos nosotros mismos”, concluye el texto. Un estudio de la Universidad de Gante (Bélgica) ha revelado que los problemas ambientales ocupan el séptimo lugar en la lista de preocupaciones de los belgas de más de 50 años pero son el primero para los de entre 18 y 25 años.

El alarmante informe de la ONU

Oportunamente, quién sabe si premeditadamente, dos días antes de la movilización, la ONU hacía público el nuevo informe Perspectivas del medio ambiente mundial (Conocido como GEO-6 por sus siglas en inglés), en el que entre otros muchos terribles efectos de la catástrofe ambiental a la que nos encaminamos advierte de que podrían producirse millones de muertes prematuras a mediados de siglo en ciudades y regiones de Asia, Medio Oriente y África debido a la contaminación y la resistencia antimicrobiana, que a mediados de siglo puede convertirse en una de las principales causas de mortalidad.

El informe, elaborado durante los últimos cinco años por un equipo de 250 científicos y expertos de más de 70 países, y presentado ante la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que se celebra estos días en Nairobi (Kenia) pasa revista a una situación mundial dramática que amenaza el futuro de la humanidad: cambio climático, contaminación de aire, suelos y aguas, acumulación de residuos plásticos, pérdida acelerada de biodiversidad... Por de pronto, dejan claro que con el proceder actual de los países, no se alcanzarán ni los Objetivos de Desarrollo del Milenio ni los del Acuerdo sobre el Cambio Climático tan pomposamente firmados y publicitados por la mayor parte de la comunidad internacional.

Pero aún hay esperanza: los expertos firmantes aseguran que si los países destinan a las inversiones verdes el equivalente al 2% de su Producto Interior Bruto, producirían un crecimiento económico a largo plazo tan alto como el que se pretende actualmente, pero con un mucho menor impacto en el cambio climático, la escasez de agua y la pérdida de ecosistemas.

En España, Jóvenes x el Clima convoca movilizaciones en cerca de 80 localidades

Asimismo, los expertos aconsejan reducir el consumo de carne y el desperdicio de comida. De no tomar acciones, será necesario aumentar la producción de alimentos en un 50% para satisfacer la demanda de entre 9.000 y 10.000 millones de habitantes del planeta en 2050, cuando de la producción actual el 33% se desperdicia (con un 56% de esos residuos generado en los países industrializados).

La proyección de un futuro saludable, con personas sanas, se basa en reemplazar el modelo de desarrollo de “crecer ahora, limpiar después”, por un modelo económico “cero residuos” para el año 2050, se indica en el documento presentado ante la ONU. Los políticos no pueden decir ya que no tenían suficiente información para definir sus actuaciones. 

Más de 15.000 científicos de varios países de Europa y de Estados Unidos han mostrado su apoyo al movimiento de protesta Fridays for future. Los primeros en sumarse fueron más de 12.000 científicos alemanes, austriacos y suizos, que han firmado un manifiesto conjunto en el que respaldan el movimiento juvenil.