Coca-Cola, Pepsi, Nestlé y Danone son las firmas que más contribuyen a la contaminación de los océanos con plásticos de un sólo uso, según un estudio de la iniciativa Break Free from Plastic. Más de 10.000 voluntarios convocados por la misma llevaron a cabo 239 acciones de limpieza de plásticos en costas y otros entornos naturales de 42 países como Filipinas, Tailandia, Vietnam, la India, Indonesia, Australia, Chile, Ecuador, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, Marruecos o España.

En total, ente el 9 y el 15 de septiembre, recogieron más de 187.000 piezas de plástico, de las que más del 65% correspondían a envoltorios de productos de grandes corporaciones mundiales, con Coca-Cola, Pepsi y Nestlé a la cabeza. En España, los plásticos encontrados pertenecían a un grupo reducido de marcas, encabezado por Coca-Cola (51% del total auditado), PepsiCo (21% del total auditado) y Danone (11% del total auditado).

Les siguen en la clasificación de empresas más contaminantes Danone, Mondelez, Procter&Gamble, Unilever, Perfetti van Melle, Mars Incorporated y Colgate-Palmolive, todas ellas multinacionales relacionadas con la alimentación, la higiene y los productos del hogar

“Al continuar produciendo envases de plástico desechables problemáticos e irrecuperables para sus productos, estas empresas son culpables de destruir el planeta a gran escala. Es hora de que se responsabilicen y dejen de culpar a los ciudadanos por sus productos de desperdicio y contaminantes", denunció el coordinador global de Break Free From Plastic, Von Hernandez, durante la presentación del estudio en Manila (Filipinas).

"A través de las auditorías de marca, podemos nombrar a algunos de los peores contaminadores y exigirles que, para empezar, dejen de producir plástico", afirmó Abigail Aguilar, de Greenpeace Sudeste Asiático, quien reveló que "en Filipinas podemos limpiar playas enteras y al día siguiente vuelven a estar igual de contaminadas por plásticos".  

Sin planes para frenarlo

Las grandes corporaciones responsables de la producción masiva de plásticos no tienen planes de frenar la creciente producción y comercialización de plásticos de un solo uso, y las soluciones que están explorando, basadas en el reciclaje, solo perpetuarán el problema. Es la principal conclusión del estudio La crisis de la comodidad. Las corporaciones detrás de la marea de contaminación por plásticos, publicado por Greenpeace Internacional, en el que se analizan 11 de las principales corporaciones productoras de consumo masivo en el mundo: Coca-Cola Company, Colgate-Palmolive, Danone, Johnson y Johnson, Kraft Heinz, Mars, Nestlé, Mondelez, PepsiCo, Procter&Gamble y Unilever.

“Esperábamos identificar a los líderes que podrían frenar la contaminación por plásticos y, sin embargo, ninguna de las empresas encuestadas ha asumido la responsabilidad de esta crisis de contaminación. Peor aún, están intentando mantener sus prácticas actuales o incluso aumentar su producción”, señala Alba García Rodríguez, Responsable de la Campaña de Plásticos en Greenpeace España. “La solución sólo pasa por la reducción drástica de plásticos de un solo uso hasta lograr su eliminación progresiva”, opina. 

La encuesta realizada por Greenpeace para la realización del informe tenía como objetivo determinar el grado de compromiso y de acciones concretas que estas corporaciones estaban desarrollando para abordar los problemas sociales y medioambientales que generan sus envases de un solo uso. Y el resultado, señala la organización ecologista, "no ha podido ser más decepcionante". La mayoría de las empresas de productos de consumo rápido, una de las industrias más grandes del mundo, crecen entre un 1% y un 6% cada año. Según las previsiones actuales, su empleo de plástico de un solo uso aumentará en paralelo a su crecimiento.

Este informe muestra la necesidad de regulaciones que obliguen a las empresas a evitar los productos de un solo uso y dejen de depender de los ineficientes sistemas de reciclaje. De hecho, se estima que, a nivel global, sólo se han reciclado el 9% del total de los plásticos. En España, por ejemplo, se calcula que, solamente en bebidas, cada día se ponen a la venta 50 millones de envases y, de ellos, se recuperan sólo 20 millones, pasando el resto, directamente, a contaminar el entorno, ya sea porque acaban en vertederos o en el medio ambiente.

El problema está generando ya una situación grave en suelos, ríos y océanos. Los pedazos se fragmentan hasta convertirse en microplásticos que ya están hasta en la sal que comemos. Se ha encontrado plástico en el hielo ártico, en el agua de la Antártida y hasta en las fosas marinas más profundas. En tierra, llenan vertederos y obstruyen vías fluviales, aumentando el riesgo de inundaciones. O bien, contaminan tierra y aire a través de la quema a cielo abierto o en incineradoras. Todo ello sin olvidar que algunos plásticos contienen y filtran sustancias químicas peligrosas. 

La Unión Europea ha reconocido que los compromisos de la industria no son suficientes para detener la crisis de la contaminación por plásticos y está actualmente desarrollando nuevas leyes que responsabilicen a las corporaciones por los residuos que generan, al mismo tiempo que las obligan a reducir su huella de plásticos de un solo uso y a promover las inversiones en reutilización y sistemas de distribución alternativos.