La organización de conservación marina Oceana ha denunciado el pasado viernes con motivo del Día Mundial de los Océanos que por cada plástico en la superficie marina hay decenas en las profundidades del mar y urge a las administraciones públicas a frenar la fabricación de plásticos y poner en marcha sistemas de reciclaje efectivos para preservar la biodiversidad.

En el Día Mundial de los Océanos, Oceana hace una llamada de atención sobre la creciente cantidad de plásticos que afectan a especies de profundidad vulnerables. Por cada plástico que se ve en la superficie, hay decenas de ellos en los fondos marinos.

La ONG revela que la verdadera magnitud del problema suele pasar desapercibido por las dificultades tecnológicas de explorar estas zonas pero advierte de que el plástico pone en peligro la biodiversidad de las profundidades marinas, que albergan hábitats prístinos.

El director ejecutivo de Oceana, Lasse Gustavsson, insiste en que el mayor impacto de la basura en el mar es el que no se ve, los microplásticos y la contaminación de las profundidades.

"Muchas personas se preguntan qué pueden hacer para preservar los océanos, y todos tenemos un papel: los gobiernos deben limitar la producción y los ciudadanos, reciclar y reutilizar los utensilios de plástico para que no lleguen a las playas, el estómago de los peces o frágiles hábitats de profundidad", ha manifestado Gustavsson, que añade que las aguas profundas esconden una valiosa biodiversidad. "No podemos permitirnos destruirlas", ha advertido.

Graves daños en los organismos marinos 

La organización recuerda que los residuos plásticos provocan graves daños a los organismos marinos y al ecosistema oceánico en general puesto que al desmenuzarse en trozos pequeños las micropartículas de plástico entran en la cadena alimentaria, con efectos que aún deben estudiarse más.

Además, señala que cada minuto se adquieren en todo el mundo un millón de botellas de plástico y cada botella tarda unos 450 años en desintegrarse.

Oceana ha hallado residuos plásticos en toda Europa, incluido el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo, en áreas de hasta mil metros de profundidad (el máximo que alcanza el robot submarino de la organización de conservación marina).

Los hallazgos concuerdan con los de otros investigadores que han hallado plástico en zonas inexploradas a varios miles de metros bajo la superficie. Las aguas profundas albergan algunos de los hábitats y especies más vulnerables debido a factores como su lento crecimiento –como sucede con los corales– o su limitada descendencia, como es el caso de los tiburones de profundidad.

En este contexto, Oceana valora la propuesta de la Comisión Europea para prohibir determinados productos de plástico de un solo uso, con el fin de frenar el aumento de basura marina.

Se estima que cada año hay más de cinco billones de fragmentos de plástico flotando en el mar, con un peso superior a 250.000 toneladas. Cada año llegan al mar 8 millones de toneladas de plástico.