Médicos sin Fronteras (MSF) ha confirmado que el barco de rescate Aquarius, con 629 migrantes a bordo, ha recibido orden de la Marina italiana para que se detenga en un punto situado a 35 millas náuticas de Italia y 27 de Malta, según ha informado en su cuenta de Twitter.

El barco tiene prohibido por las autoridades italianas y concretamente por el ministro del Interior, Matteo Salvini, atracar en puerto italiano. Italia ha pedido a las autoridades maltesas que acepten a los migrantes, a lo que Malta se ha negado por el momento, por no resultar un asunto de su competencia.

Médicos sin Fronteras ha lamentado la decisión tomada por el Gobierno italiano. "MSF quiere expresar su preocupación de que, una vez más, la política se antepone a las vidas de la gente", ha lamentado la organización, una de las coordinadoras del barco que gestiona SOS Mediterranée.

"La prioridad es el bienestar y la seguridad de la gente que está a bordo"

"La prioridad", recomienda MSF en su cuenta de Twitter, "es el bienestar y la seguridad de la gente que está a bordo", en relación a los migrantes que esperan, junto a la tripulación, atracar en puerto seguro.

Salvini ha confirmado este domingo el cierre de los puertos argumentando que está siguiendo el ejemplo de otros países europeos, España entre ellos, para combatir "el tráfico humano".

"Francia está devolviendo a la gente en la frontera, España defiende con armas su frontera, Malta no acepta a nadie. Desde hoy, Italia también va a empezar a decir no al tráfico de personas, y no a la inmigración ilegal", ha escrito en Facebook.