La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha afirmado este martes que el volumen de lluvias descargadas por la tormenta tropical Harvey a su paso por Estados Unidos está probablemente relacionado con el cambio climático.

"El cambio climático significa que cuando hay un evento como Harvey, es probable que la cantidad de lluvia vaya a ser mayor de lo que hubiera sido en caso contrario", ha dicho la portavoz de la OMM, Clare Nullis.

"El cambio climático aumenta muy probablemente las lluvias asociadas", ha indicado, agregando que en algunas zonas el nivel de lluvia podría llegar a los 1,2 metros, lo que ha llevado al Servicio Meteorológico Nacional estadounidense a introducir un nuevo color en sus gráficos para hacer referencia a esta situación.

Por ello, Nullis ha apuntado que "el cambio climático no causa ciclones tropicales, siempre han estado ahí", añadiendo que "la relación entre el cambio climático y la frecuencia de los huracanes y ciclones tropicales no está clara, hay mucho que investigar en este sentido".

Harvey es el huracán más potente que ha pisado Texas en los últimos 50 años. El único precedente es Carla, que destruyó alrededor de 1.900 viviendas y la infraestructura de 1.000 empresas en 1961, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología.

Unas 30.000 personas en refugios

El fenómeno, que continúa activo aunque ya como tormenta tropical, ha provocado grandes inundaciones en Texas que han dejado al menos nueve víctimas mortales y han obligado a evacuar a cientos de personas. Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, ha quedado completamente paralizada.

Cientos de policías están utilizando helicópteros, barcos y camiones cisterna para rescatar a las personas que se han quedado atrapadas a causa de la catástrofe, por lo que no se descarta que el número de víctimas aumente en las próximas horas.

Entre los últimos episodios se encuentra el caso de una familia, formada por dos adultos y cuatro niños, que se habría ahogado después de que las inundaciones se llevasen por delante la furgoneta en la que viajaban, según han indicado las autoridades locales.

Además de las labores de ayuda de las autoridades y la Policía, que ya se preparan para acoger a unas 30.000 personas en refugios ante la imposibilidad de volver a sus hogares, los civiles estadounidenses también se han movilizado para combatir el desastre.