Las poblaciones de cetáceos están experimentaron una "recuperación" en el mar catalano-balear en 2016, según el IV estudio realizado a partir de embarcaciones de técnicos de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina en ferris de Baleària, en el marco de un convenio para la conservación de la biodiversidad marina, ha informado la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat en un comunicado.

Entre enero y diciembre de 2016, ha habido un "repunte" de las poblaciones estudiadas respecto al año anterior, debido con mucha probabilidad a factores ambientales, ya que en 2015 se produjo un efecto climatológico conocido como el Niño y la Niña, lo que podría explicar el descenso de observaciones de delfines y cetáceos pelágicos en esa temporada.

En total, se han producido 547 avistamientos, el 70% de pájaros, sobre todo marinos, aunque también se ha registrado alguno terrestre; el 22,8% de cetáceos (631 ejemplares), y el resto han sido tiburones y túnidos (33 observaciones), así como tortugas marinas de alta mar (tres ejemplares).

Durante el estudio se han observado todas las especies frecuentes de cetáceos en el mar: el delfín listado es el más abundante –con 86 avistamientos y un total de 568 ejemplares detectados–; 17 observaciones correspondientes a 20 ejemplares de rorcual común, la segunda ballena más grande del mundo, efectuadas entre febrero y julio, así como cachalotes –siete ejemplares–, en aguas de entre 1.800 y 2.000 metros de profundidad.

El departamento ha destacado que uno de estos cachalotes es una hembra adulta con una cría, que era casi blanca, "una aberración cromática" que recuerda al albinismo y que con casi total seguridad es el ejemplar que se ha visto con anterioridad en costas francesas del golfo de León y también en Italia.