Los efectos del cambio climático son ya más que patentes. Al incremento generalizado de las temperaturas y de los fenómenos climáticos extremos, se suma el aumento del nivel del mar, que, junto con otros factores, ya se ha cobrado a sus primeras víctimas: cinco pequeñas islas del Pacífico que formaban parte del archipiélago de Salomón han sido engullidas por las aguas, tal y como revela un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters.

Los pueblos que
vivían en las tierras amenazadas han tenido que ser reubicados  

Junto con otros archipiélagos y atolones coralinos del Pacífico y el Índico, como Fiyi, las Marshall o las Maldivas, las Salomón son uno de los países más amenazados por la elevación del nivel marino causada por el deshielo de los polos. Es un archipiélago formado por seis islas grandes y un millar largo de otras más pequeñas, predominantemente volcánicas, situado al este de Nueva Guinea y que se extiende por 28.000 kilómetros cuadrados. Cuenta con medio millón de habitantes, siendo una de las naciones insulares del Pacífico menos pobladas.

Los científicos han documentado como cinco islas (de entre una a cinco hectáreas de superficie) ubicadas en el norte del archipiélago han sido borradas del mapa: Rapita, Rehana, Kakatina y Zollies, que desaparecieron en algún momento entre los años 1962 y el 2002, y Kale, sumergida entre 2011 y 2014. Además, otras seis pequeñas islas cercanas están gravemente amenazadas. Para llegar a tales conclusiones, los investigadores han empleado imágenes de satélite y aéreas, con las que han analizado la evolución de 33 islas durante las últimas décadas.

El nivel del mar ha subido en la región un promedio de tres milímetros al año desde 1950 y entre siete y 10 milímetros al año desde 1994, más del doble del promedio mundial. Este aumento se debe al impacto ambiental de la actividad humana, como algunas obras marítimas, y al cambio climático. Pero, el estudio también atribuye la pérdida de tierra a la alta energía de las olas, así como la fuerza de los vientos y otros factores de la dinámica marina, como la Oscilación Decenal del Pacífico (una variación del clima que alterna fases de calentamiento y de enfriamiento cada 20 o 30 años).

Ejemplo y advertencia

Las cinco islas que han desaparecido no albergaban poblaciones humanas. De las otras seis afectadas, dos sí. Hasta ahora. Porque los pueblos que vivían allí desde al menos el año 1935 han tenido que ser reubicados en islas vecinas, provocando un conflicto étnico. La mayoría de asentamientos se encuentran en zonas costeras bajas, desde donde sus habitantes son testigos del incremento de las inundaciones y la salinización de las tierras agrícolas, así como de la disminución de la productividad de la pesca.

Ya conocen de primera mano los riesgos de
no cumplir el pacto acordado en París

Las islas del Pacífico, junto con las pequeñas poblaciones que subsisten en ellas, proporcionan información valiosa sobre los impactos geomorfológicos, ecológicos y sociales del aumento del nivel del mar. Los científicos responsables del estudio señalan que los datos obtenidos son un ejemplo y una advertencia de lo que puede pasar en un futuro con independencia de si se debe sólo al cambio climático o interviene una suma de otros factores. Porque el estudio pone de relieve la necesidad de comprender la compleja interacción entre la aceleración del aumento del nivel del mar y otros cambios climáticos, como la intensidad de los vientos y las olas y los movimientos tectónicos.

Lo que resulta indudable es que el nivel del mar ha subido casi ocho centímetros de media en todo el mundo desde 1992, según datos de la Agencia Nacional del Espacio estadounidense (NASA, en sus siglas en inglés). Y que en la segunda mitad de este siglo, el aumento en el Pacífico será cercano al ritmo observado en las islas Salomón en las últimas décadas.

Entre otras medidas, para frenar la tendencia habría que mantener el aumento de la temperatura media de la Tierra por debajo de los dos grados centígrados respecto a la era preindustrial, algo a lo que se comprometieron la práctica totalidad de los países del planeta, los 193 miembros de la ONU más otros dos observadores, incluidos los cuatro más contaminantes (China, Estados Unidos, Rusia e India) en el último acuerdo contra el cambio climático, al que también se sumaron las Salomón, donde ya conocen de primera mano las consecuencias de nuestro modelo de crecimiento y los riesgos de no cumplir el pacto climático.