En Tarannà estamos convencidos de que un pequeño paso hacia la sostenibilidad por parte de cada individuo nos acerca a un nuevo destino medioambiental para el planeta. Tal como apuntan los expertos, el clima global evoluciona de manera natural, pero existen pruebas convincentes de que en la actualidad está en marcha un nuevo tipo de cambio climático acelerado por el ser humano que pone en peligro la capacidad de recuperación de los ecosistemas y la productividad de la humanidad. El efecto invernadero tiene ya consecuencias que nos hacen cada vez más vulnerables. No podemos esperar más para frenarlo.

Tarannà cuenta con su propia calculadora de emisiones de CO2, vinculada a un proyecto medioambiental local a través del cual realizamos nuestras compensaciones por los gases emitidos en nuestra actividad como empresa, y ofrecemos la misma posibilidad de compensación o colaboración con el proyecto a los clientes viajeros que lo deseen.

También hablamos en artículos anteriores de los análisis de riesgos locales de los países que más visitamos y de nuestras actividades de ocio en el Bosque Tarannà, que lleva el nombre de Miguel Guerrero, como plantaciones de nuevos árboles con nuestros equipos, clientes o proveedores.

En esta ocasión nos gustaría explicar que, hace escasamente un año, Tarannà se añadió al proyecto de Acuerdos voluntarios para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que la Oficina Catalana de Canvi Climàtic está impulsando en Cataluña.

A través de este acuerdo nos comprometemos al cálculo de las emisiones de CO2 que generamos como empresa y a poner en marcha proyectos vinculados con la reducción de los mismos, elemento fundamental para afrontar este problema. Entre ellos están la reducción del consumo, la mejora del mismo o la compensación y colaboración en proyectos medioambientales.

Los residuos y el consumo de agua son otros efectos ecológicos del turismo

La participación en los Acuerdos voluntarios se basa en un modelo que es el mismo tanto para pymes como para grandes multinacionales o cualquier otro tipo de organización o asociación, así como para administraciones públicas y la ciudadanía en general.

Emplea dos herramientas: una guía explicativa y una calculadora de emisiones de GEH (Gases de Efecto Invernadero de sus siglas en catalán).
La calculadora incorpora los últimos factores de emisión disponibles, siempre está actualizada y permite hacer una estimación fiable y rigurosa de las emisiones asociadas con una actividad. Estima las emisiones derivadas del consumo energético y del transporte, las emisiones fugitivas de gases fluorados, así como aquellas derivadas de la propia gestión de los residuos y del consumo de agua en las zonas urbanas.

No se trata de un cálculo complejo, al menos en nuestro caso, ya que nuestra actividad pertenece al sector servicios y la utilización de energías y agua es la propia de una oficina y, por tanto, reducida. Pero, aun así, podemos minimizar y sobre todo, mejorar el uso de estos recursos.

Este compromiso nos ayuda a visualizar nuestros consumos, y a generar nuevos objetivos de fácil incorporación en el día a día de la empresa. Destacamos el cambio de la iluminación en todas nuestras instalaciones, que se está realizando por fases y ha permitido ya en el 2014 una disminución del consumo eléctrico y una reducción en los gastos.

También una mejora en la gestión de los residuos y su clasificación para el reciclaje por parte de todo el equipo, así como la aplicación del plan de oficina verde, que abarca otras áreas como la mejor utilización del papel y el cambio al papel reciclado, incorporando este concepto también a las documentaciones que se envían al cliente.

No debemos olvidar que el cambio comienza de manera individual, y un primer paso en primera persona hacia la sostenibilidad es un gran paso para todos. Por ello, las empresas, por pequeñas que sean, tienen que actuar. Nosotros ya estamos en ello.