Con las insufribles olas de calor de este año, todas las opciones para refrescarnos por medio de la alimentación parecen buenas, si bien la fruta es la alternativa más saludable y nutritiva gracias a su bajo aporte calórico y su elevado contenido en agua.

Frutas como el paraguayo, el melocotón, la nectarina, la ciruela, el albaricoque, la breva o la sandía las encontramos exclusivamente durante el verano. Y lo mejor es que al estar en temporada, su valor nutricional y su sabor están en su más alto nivel.

Así pues, aprovechando esta circunstancia, debemos intentar consumir las tres piezas de fruta al día que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), a poder ser de la mayor variedad posible. Al menos tenemos que ingerir dos piezas de frutas diferentes, que nos ayudarán a alcanzar un mayor aporte de vitaminas y minerales, ya que cada variedad contiene unas concentraciones nutritivas distintas.

La fruta sirve no sólo para refrescarnos, sino también para hidratarnos. Por ejemplo, la sandía aporta 92 gramos de agua por cada 100 gramos y el melocotón, 87 gramos.

El verano es una época ideal para consumir las tres piezas diarias que recomienda la OMS

A pesar de que la tradición nos ha enseñado a consumir la fruta como postre, tenemos muchas opciones para poder disfrutar de ella durante el resto del día y podemos jugar con su presentación para que acabe siendo todo un reclamo gastronómico.

Por ejemplo, podemos preparar una rica y saludable ensalada con brevas y tiras de jamón serrano, aliñada con aceite de oliva y una pizca de mostaza en grano. Su contraste de sabores y su presentación son exquisitos.

En este caso, para poder tener una mayor sensación de frescor, es importante que las brevas estén desde unas horas antes en el frigorífico. Hay que tener en cuenta que contienen una importante cantidad de magnesio, por lo que puede resultar una ensalada ideal para cenar, justo después de una actividad física.

Los batidos son otra interesante alternativa: podemos realizar uno exquisito con hielo picado, leche y fruta. En concreto, os proponemos utilizar melocotón, ya que suele ponerse en mal estado en pocos días.

El melocotón es una de las frutas de las que menos se aprovecha su contenido en fibra debido a que por su piel no resulta atractivo para muchos. Pero contiene dos gramos de fibra por cada 100 y pequeñas concentraciones de calcio y fósforo.

Y. como no, no podemos despedirnos sin hablar de los cócteles y la sandía. Para que el contenido calórico no se dispare, recomendamos uno sin alcohol. Tan sólo necesitamos descarnar la sandía, el zumo de unas limas, un poco de azúcar y unas hojas de menta. Lo mezclamos todo y lo dejamos en el frigorífico unas horas.

Hay que recordar que la fruta es un alimento ideal para toda la familia y su consumo diario es esencial para poder seguir una dieta saludable y equilibrada.