Vivimos en una época en la que un porcentaje nada desdeñable de la población realiza al menos una comida diaria en restaurantes y comedores, generalmente por razones laborales. En concreto, más de 10,8 millones realizan alguna comida fuera de casa en España y más de siete millones cenan fuera una o dos veces por semana, según el barómetro europeo FOOD.

Más de 10 millones de personas realizan alguna comida fuera de casa en España

Sabemos que una dieta equilibrada es esencial para mantener una buena calidad de vida y enfrentarse al proceso natural de envejecimiento de una manera saludable. Pero, ¿es posible cuidar nuestra alimentación teniendo que comer a diario fuera de casa?, ¿podemos seguir una dieta de control de peso teniendo que comer en restaurantes o comedores colectivos diariamente?

Las prisas, la vida diaria, las influencias publicitarias de otros estilos de alimentación basados en la comida rápida y los precocinados hacen que no siempre seamos capaces.

Sin embargo, lo cierto es que comer fuera de casa no debería ser un obstáculo para ello, de ahí el empeño de autoridades e instituciones para incidir en los hábitos alimentarios de las personas y poner a su alcance el máximo de facilidades para conseguir este objetivo, implicando activamente a la industria, establecimientos de restauración y empresas privadas.

Organizar el menú

Una forma de llevar una alimentación sana y equilibrada es seguir los principios de la Dieta Mediterránea. Se trata de un estilo de vida, una forma de entender la alimentación y los hábitos alimentarios. Aún queda mucho camino para que restaurantes y comedores ofrezcan alternativas realmente saludables, pero de lo que nos ofrecen debemos intentar escoger alimentos que contribuyan que llevemos una vida sana: 

  • Alimentos frescos, propios de cada época del año y de cada zona.
  • Legumbres como parte de la alimentación. Al menos dos veces por semana.
  • El pan y otros derivados del trigo, el arroz y las patatas son alimentos básicos que se deben consumir diariamente.
  • Verduras, frutas y hortalizas: ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
  • Frutos secos como nueces, avellanas y almendras.
  • Abundancia de ensaladas.
  • Pescado, preferentemente azul por su contenido en ácidos grasos omega 3.
  • Carnes magras como la del pollo.
  • El aceite de oliva como grasa principal para cocinar y condimentar.
  • Postres sencillos: fruta o yogur.
  • Agua: entre 1,5 litros y 2 al día.

En definitiva, organizando tu menú, escogiendo platos variados y eligiendo bien el lugar al que confías tu alimentación diaria… Sí es posible llevar una dieta sana comiendo a diario fuera de casa.