El Hierro, la más pequeña y occidental de las islas Canarias, ha dicho adiós este verano al petróleo. El viento y el agua se encargan ahora de proveer de electricidad los hogares de sus 10.000 habitantes gracias a la puesta en marcha de la central hidroeólica de Gorona del Viento.

La isla, declarada en su totalidad Reserva de la Biosfera por la Unesco, hacía así realidad un sueño que empezó a gestarse hace más de tres décadas y se adentra en una senda sin retorno hacia la autosuficiencia energética y la sostenibilidad medioambiental.

Porque la entrada en funcionamiento de la central es sólo el primer paso hacia ese objetivo. En la isla circulan 6.000 vehículos y se intentará que para 2020 todos sean eléctricos. De este modo, la isla canaria se convertirá en el primer lugar del planeta que emplea únicamente energías renovables.

La primera consecuencia de esta iniciativa, que debería beneficiar además económicamente a los herreños a través de su recibo de la luz, es el ahorro de casi dos millones de euros al año en combustible, lo que costaba alimentar con gasóleo la central térmica de Llanos Blancos.

Opta a convertirse en el primer lugar del planeta que emplea sólo energías renovables

A partir de ahora, sus motores diésel solo se pondrán en marcha en casos excepcionales, cuando no haya ni viento ni agua suficientes para producir toda la energía que demande la población.

También lo agradecerá el ecosistema, que forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la Unesco, y que verá como las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera se reducen en 18.700 toneladas al año.

La central hidroeólica de Gorona del Viento dispone de cinco aerogeneradores, un grupo de bombeo, una central hidroeléctrica, dos depósitos de agua (el superior, con capacidad para 380.000 metros cúbicos y el inferior, de 150.000) y una planta desaladora.

Cuando no hay demanda para consumir toda la electricidad que el parque eólico produce en aquel momento –en las horas nocturnas, por ejemplo– el excedente de energía se destina a bombear agua desde un depósito situado casi al nivel del mar.

Ésta se almacena en una balsa que aprovecha un cráter situado 700 metros más arriba. En períodos de escasez de viento, el agua se deja caer por la doble tubería de tres kilómetros que conecta los dos depósitos y una central de turbinado genera la electricidad. De este modo se garantiza el suministro eléctrico y la estabilidad de la red, maximizando el aprovechamiento de los recursos naturales.

Recurso casi inagotable

Los vientos alisios y la altura de las cumbres hacen de El Hierro un laboratorio ideal para el desarrollo de la energía eólica. No en vano, este territorio de 270 kilómetros cuadrados está sometido a 3.500 horas de viento al año, lo que supone un recurso casi inagotable.

Así lo vieron los ingenieros de la compañía eléctrica Unelco-Endesa en 1981, el momento en que nació este proyecto capitaneado por el ex presidente del cabildo herreño Tomás Padrón.

“Este proyecto es integrador y multidisciplinario y un símbolo de la protección medioambiental, como bien ratifica la declaración de Reserva de la Biosfera en el año 2000”, afirmó el actual presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, el día de la puesta en marcha de la central. “Con toda la humildad posible, El Hierro transmite al mundo que la transición energética es posible”, indicó Armas.

La central ha costado 67,5 millones de euros –35 de ellos aportados por el Gobierno a través del Ministerio de Industria– y está promovida por Gorona del Viento El Hierro S.A., empresa participada por el Cabildo de El Hierro en un 60%, Endesa con un 30% y el Instituto Tecnológico de Canarias con un 10%. Endesa también es propietaria de la central térmica.

Con la iniciativa se ahorrarán casi dos millones de euros al año en combustible

Según explica la promotora, el nuevo sistema evitará el consumo anual de 6.000 toneladas de diésel, el equivalente a 40.000 barriles de petróleo, que llegan en barco a la isla, y supondrá un ahorro de 1,8 millones de euros anuales.

El proyecto ha llamado la atención de muchas publicaciones internacionales y se ha usado como ejemplo en foros sobre sostenibilidad. “Hay que tener en cuenta que 17 millones de europeos y 600 millones de personas en todo el mundo viven en islas y todos tendrán en El Hierro un referente de lo que debe ser el futuro energético”, asegura la empresa responsable de la central.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), que coordina el desarrollo del programa MaB en España, recuerda que las Reservas de la Biosfera son espacios protegidos establecidos por los países y reconocidos por la Unesco para promover un desarrollo sostenible basado en los esfuerzos de la comunidad local y con el apoyo de las administraciones, la ciencia y el conocimiento.

Se trata de territorios donde se ensayan modelos innovadores de desarrollo sostenible a escala local, que luego pueden ser replicados a nivel regional e internacional. España cuenta con 45 Reservas de la Biosfera, una cifra sólo superada por Estados Unidos.

La iniciativa Gorona del Viento, El Hierro 100% renovable, jugará, a juicio del MAGRAMA, un papel fundamental como ejemplo a escala mundial de cómo las comunidades aisladas pueden alcanzar la autosuficiencia energética basada en fuentes de energía renovables.