Hay inventos que, de tan sencillos, resultan geniales. Leer sentado en una mecedora es un placer. Para hacerlo de noche, hace falta una iluminación artificial, que precisa consumir energía. Y el movimiento oscilante del mueble genera una energía cinética. Y es posible combinar todos estos factores cerrando el circuito.

Lo consigue la silla Murakami, una mecedora ideada por el diseñador industrial estadounidense Rochus Jakob cuyo movimiento genera una electricidad que alimenta la lámpara que la acompaña para poder leer en ella, o que puede ser almacenada en una batería cuando no se necesita. 

Durante el día, la energía se acumula en la batería para cuando falte la luz natural

“Yo buscaba oportunidades de generar energía por medio de actividades que desarrollamos de forma natural”, explica Jakob, para quien, en su diseño de mueble-generador, “la complejidad está oculta por la simplicidad”.

Ya existen numerosos inventos que hacen posible aprovechar la capacidad de generar electricidad del cuerpo humano o de sus movimientos. Pero este es posiblemente el primero que permite producirla mientras se descansa cómodamente. Y aprovecharla de forma inmediata.

“El resultado es una mecedora que permite al usuario experimentar simultáneamente la producción y el consumo de la energía eléctrica de una forma placentera y provechosa”, proclama el diseñador.

La mecedora está dotada de unas avanzadas nano-dinamos situadas en sus patines, que generan electricidad a partir del movimiento de vaivén del utensilio. El movimiento pendular acciona el rotor de la dinamo, que convierte esa energía en eléctrica a través de un proceso de inducción electromagnética. De día, esta energía se acumula en la batería para poder ser aprovechada cuando falte la luz natural.

Tecnología OLED

Y la electricidad producida es suficiente para alimentar la lámpara de lectura acoplada al asiento oscilante. Una fuente de luz muy eficiente, de tecnología OLED, permite aprovechar al máximo la energía producida, debido a su bajísimo consumo.

El OLED (siglas en inglés de diodo orgánico emisor de luz) se basa en una capa electroluminiscente formada por una película de componentes orgánicos (moléculas y polímeros) que reaccionan a la estimulación eléctrica generando y emitiendo luz. La tecnología OLED es susceptible de ser empleada para la fabricación de pantallas de televisión u ordenador extremadamente finas, e incluso flexibles.

Sus inventos le valieron en 2009 el primer premio DesignBoom Green Life 

Esta tecnología es incluso capaz de detectar si hay o no suficiente iluminación natural para empezar a consumir energía de las baterías. Sus diodos emisores de luz son tan planos y flexibles que han permitido al diseñador darles la forma redondeada de la pantalla que rodearía a la bombilla en una lámpara de pie tradicional.

La mecedora, junto a su otra invención de un refrigerador termodinámico, hicieron ganar a Jakob en 2009 el primer premio DesignBoom Green Life, convocado por la tienda de arquitectura, diseño y tecnología del mismo nombre, en el que participaron ese año 3.709 profesionales de 96 países.

El refrigerador también premiado aprovecha el vapor para conservar alimentos en frío sin usar electricidad, reteniendo agua fría mediante espuma de vidrio (un desecho del proceso de reciclaje del vidrio) mojada. Para completar la sostenibilidad del prototipo presentado, sus dos ollas, estaban fabricadas con bioplásticos.