El hierro tiene un papel vital en el crecimiento y supervivencia de los seres vivos. Sin embargo, aunque es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre, las formas químicas en las que las plantas pueden absorberlo limitan su acceso al mismo.

Un reciente estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con investigadores de la Universidad de Saarbrücken (Alemania), ayuda a entender los mecanismos de asimilación de nutrientes en los vegetales, lo que podría hacer posible aumentar de manera selectiva la presencia de los mismos en los alimentos consumidos por humanos. En concreto, el trabajo revela el papel de dos moléculas en el transporte de hierro en las plantas, según un artículo publicado en la revista The Plant Cell.

Para viajar desde la raíz hasta las hojas el hierro necesita transportadores para pasar por la estructura de las plantas y las dos moléculas que participan en esta distribución del micronutrientre son la nicotianamina y el citrato.

La investigación ha comprobado que una versión mutante de la planta modelo Arabidopsis thaliana, incapaz de producir nicotianamina, exhibe bajas concentraciones de hierro en sus órganos sumidero –las hojas jóvenes y las flores–, que se presentan como amarillentas y estériles. Por el contrario, en las hojas desarrolladas de la planta –u órganos fuertes– las cantidades de este metal pesado eran adecuadas.

Así, el estudio indica que la ausencia de nicotianamina no impide la absorción de hierro, pero sí su correcto transporte desde el sistema vascular hacia las estructuras deficitarias de la planta, tales como hojas jóvenes y flores. La otra molécula, el citrato, tiene un papel fundamental en el transporte de hierro hacia las hojas desarrolladas para compensar en parte la ausencia de nicotianamina.

Las deficiencias en los humanos de algunos metales como el hierro y el zinc se podrían corregir con una adecuada acumulación de éstos en las plantas de las que nos alimentamos, es por ello que la investigación del CSIC podría mejorar las propiedades nutritivas de los vegetales.

El investigador del CSIC Javier Abadía explica: "Se considera que un 30% de la población mundial está afectada por la deficiencia de hierro, y mejorar el contenido de este metal en los alimentos es crucial para resolver el problema". Gran parte de esta población no tiene acceso a las proteínas de origen animal, por lo que sus aportes de hierro dependen exclusivamente de los alimentos vegetales, de donde es más difícil absorberlo.