La superficie de hielo ártico toca fondo. El pasado 26 de agosto la extensión era de 4,10 millones de quilómetros cuadrados, 70.000 menos que los del 18 de septiembre de 2007 (que fue de 4,17). De esta forma, se establece un nuevo mínimo histórico desde que comenzaron los registros por satélite en 1979, según ha informado el Centro de Datos Nacional de Nieve y Hielo de Estados Unidos (NSIDC, en sus siglas en inglés), en colaboración con la agencia espacial estadounidense, NASA.

Con las cifras actuales los científicos prevén que no sólo se superará el récord anual de deshielo de 2011 sino que se rebasará el de 2007 (4,28 quilómetros cuadrados), ya que la marca se ha alcanzado antes de que termine la temporada de deshielo en el Ártico. Es por ello, que los expertos todavía esperan ver una pérdida mayor en las próximas semanas.

"Estamos perdiendo el espesor de la capa de hielo. Y si se pierde el componente de espesor, el hielo se vuelve muy vulnerable en el verano", sentencia Joey Comiso, investigador del Centro espacial Goddard en Greenbelt, en una nota de prensa difundida por la NASA tras recordar que el año 2007 "fue mucho más cálido". La cubierta alcanza su mayor volumen al final del invierno, en marzo, y su punto menor al acabar el verano, normalmente suele ser a mediados de septiembre.

La superficie de hielo ha disminuido desde que comenzaron las mediciones en 1979. "Hemos visto una constante reducción de la extensión en los últimos años y no tenemos razones para creer que esta tendencia cambiará", explica Walt Meier, investigador del NSIDC. En las últimas décadas los satélites han observado un descenso del 13% durante los veranos. Y los peores datos en los últimos tiempos. "Los años entre 2007 y 2012 han sido los seis años con los niveles más bajos desde que tenemos registros satelitales", añade Meier.

Este verano, la NASA también detectó un inusual volumen de deshielo en la mayor isla del mundo, Groenlandia.

La cubierta de hielo ártico tiene un papel crucial tanto para la sobrevivencia de la fauna de la región como para la regulación del clima a nivel mundial. Desde la NASA muestran su "preocupación" ante la posibilidad de que el deshielo del Ártico pueda acelerar el proceso del cambio climático.

Para conocer todos los detalles de la temporada habrá que esperar al análisis completo que el Centro de Datos Nacional de Nieve y Hielo de Estados Unidos dará a conocer a principios de octubre.

Frenar el cambio climático

La organización ecologista Greenpeace hace ante estos últimos datos una "llamada urgente a actuar". Para la responsable de la campaña Cambio climático y Energía de la organización medioambiental, Aida Vila, este récord es "la gota que colma el vaso de un verano marcado por los impactos del cambio climático en todo el mundo".

"Cada vez tengo más claro que el cambio climático es al mundo lo que cualquier enfermedad degenerativa grave puede ser al ser humano. No importa lo fiable que sea el diagnóstico: el miedo, en la mayoría de los casos, nos va a llevar a negar la realidad", ha escrito Vila en la página web de la organización.

Los intereses económicos 'acechan'

La pérdida de hielo en el Ártico ha permitido una apertura del paso entre Canadá y Alaska y la ruta que separa Europa de Siberia.

Aprovechando la situación, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó en julio una ley que regula por primera vez la navegación por la ruta marítima ártica, casi un tercio más corta que la tradicional, la del canal de Suez. Rusia contaría con el monopolio del nuevo itinerario por el que podría transportar mercancías reduciendo el tiempo de viaje. Para ello prevé construir nuevos puertos e infraestructuras en la zona.