La agricultura y ganadería ecológicas tienen un gran potencial en España. El mercado nacional de productos ecológicos de alimentación podría crecer nada menos que un 12% cada año de aquí a 2020. Debido a la preocupación creciente por la salud y la calidad de la dieta, el número de consumidores aumenta sin cesar, y la mayoría estarían dispuestos a comprar más si los precios de estos alimentos fueran algo más ajustados.

Así, de los actuales 905 millones de euros de facturación anual se podría pasar en ocho ejercicios a los 12.182 millones de euros. Esta es la principal conclusión a que llega el Análisis comparativo del consumidor de alimentación ecológica realizado por la consultoría multinacional Everis, que opera en diversos países europeos y americanos.

En los últimos 10 años, y según las cifras aportadas por la consultora, el mercado español ha venido creciendo a un ritmo del 25% anual, claramente por encima de la media de crecimiento europea. Y el 65% del total de consumidores –no solamente los de productos ecológicos– manifiesta en las encuestas su voluntad de incrementar su volumen de compras de los mismos.

Sin embargo, la mayoría de estos posibles compradores aducen el precio más elevado, la falta de información o la dificultad para adquirir los productos ecológicos fuera de los establecimientos especializados como las razones que les apartan de su consumo.

El diferencial de precio con los alimentos no ecológicos es en España del 74%, más del doble que en países como Francia o el Reino Unido. Según el estudio de Everis, si esta diferencia cayera hasta el 40%, el volumen del mercado hispano podría multiplicarse por tres y alcanzar los 3.000 millones de euros.

El estudio compara la evolución del mercado y los comportamientos de los consumidores en España y otros países europeos, como el Reino Unido, Francia, Dinamarca, Italia o Alemania. Los compradores españoles de alimentos ecológicos eligen estos productos por criterios de "salud, gusto y calidad", mientras en los países del norte, donde el sector se encuentra más consolidado, los motivos aducidos por los consumidores incluyen la "conciencia ambiental".

Las optimistas cifras del sector no deben hacer olvidar que el consumo de productos ecológicos todavía supone sólo el 1% de la alimentación de los españoles, cuando en Alemania representa el 4%, y en Dinamarca alcanza ya el 7%. Incluso en Italia, el país analizado culturalmente más próximo a España, supone ya el 3%.

España es el principal productor de alimentos ecológicos de Europa, pero más de la mitad del volumen total se exporta a otros países del continente. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente referidos a 2010, la superficie destinada a la agricultura ecológica creció ese año en España un 4,45%, alcanzando la cifra de 1.674.119 hectáreas, lo que colocaba por tercer año consecutivo al país como primera potencia europea del sector.

El número de personas o empresas dedicadas a esta actividad también creció considerablemente, situándose en los 27.877 productores directos y 2.747 elaboradores, un 10,22% y un 11,44% más que en 2009, respectivamente. En el campo ganadero, había en 2010 en España 5.021 explotaciones, un 10,40% más que el año anterior.

Sin embargo, apunta el estudio de Everis, el de la agricultura y ganadería ecológicas es un sector limitado por ahora a los pequeños y medianos productores. El volumen medio de facturación es de sólo 60.000 euros. Esto les impide beneficiarse de las economías de escala, y con ello ser capaces de rebajar precios, lo que limita sus posibilidades de expansión en el mercado.

Para superar esta situación y ajustar los precios, Everis plantea la necesidad de que los productos ecológicos se distribuyan en las grandes superficies comerciales, y destaca que algunos importantes distribuidores han creado ya marcas ecológicas propias. Actualmente, los canales preferentes para la adquisición de alimentos ecológicos son los mercados y las tiendas especializadas, la venta directa por parte de productores y cooperativas o las redes de distribución por internet.

Los datos del ministerio señalan que la superficie cultivada en 2010 –calculada descontando del total la dedicada a pastos, praderas y forrajes– ascendió a 604.147 hectáreas, un 5,62% más que en 2009. Los cereales ocupaban la mayor parte del terreno, un 27,5% del total, seguidos del olivar (20,91%), los frutos secos (14,88%) y la vid (9,47%). Los frutales y los cítricos ecológicos también vieron crecer sus explotaciones, pero apenas superaban en 2010 las 5.000 hectáreas para cada uno de estos dos cultivos.

Por el contrario, las explotaciones de legumbres ecológicas para consumo en seco experimentaron un crecimiento récord del 91,23%, alcanzando las 39.637 hectáreas, y también fue espectacular el despegue de las hortalizas, que ocuparon un 46,05% más de territorio, 10.156 hectáreas.

En el sector de la ganadería ecológica, del total de explotaciones ganaderas registradas en 2010, el 49,57% correspondía a vacuno; un 27,86% a ovino; el 9,40% a caprino; un 4,68% a équidos; el 3,57% a avicultura; un 2,43% a porcino; el 2,33% a apicultura y el 0,10% a acuicultura.

Por número de cabezas, en 2010 se registraron 143.788 cabezas de vacuno de carne y 4.426 cabezas de vacuno de leche, frente a las 124.026 y 3.978 contabilizadas en 2009. En cambio, el número de cabezas de ovino descendió un 3,56% (bajó un 3,48% en carne y el 5,81% en leche), mientras en caprino disminuyó un 8,66% el número de cabezas de carne, pero en contrapartida aumentó un 15,54% el número de cabezas de leche.